Fracturas de cadera

graves fracturas abiertas

Fracturas de cadera

Las fracturas de la cadera, particularmente en gente mayor, representan un serio problema de salud mundial.

 

Autor: Dr. Alfredo Aybar M.

Las fracturas de la cadera, particularmente en gente mayor, representan un serio problema de salud mundial. Cada vez aumentan más las personas de edad avanzada, y es precisamente en este grupo, donde prevalecen con características preocupantes. Por lo general son ancianos portadores de otras enfermedades y muchos no tienen la suerte de vivir dentro del entorno familiar que les puedan brindar cuando menos atenciones domésticas. Obviamente, además, todo esto arrastra altísimos costos que los gobiernos deben asumir. En países con economías precarias que no cuentan con presupuestos suficientes, entonces, la situación se torna mucho más dramática. Se dice que en Estados Unidos para la atención de estos pacientes se gasta un billón de dólares por año (1), y en Holanda, 213 millones de Euros por año para un promedio de 16,800 fracturas de cadera (1 por cada 1,000 habitantes) (2). Casi siempre son de largas estancias  hospitalarias y ronda en ellos un buen porcentaje de fallecimientos en el primer año post operatorio, cuando no quedan discapacitados. Por tanto, resulta primordial lograr su pronta y segura recuperación. Un crítico problema para los cirujanos de fracturas.

Los tratamientos clásicos consisten, bien sea, en reemplazos parciales o totales en los casos de fracturas mediales (subcapitales, cervicales) o, las reducciones con el uso de implantes de fijación interna (cirugía) de variados modelos para las fracturas laterales (trocantéricas). El objetivo es reducir bien y mantener de manera estable lo que se ha reducido. Casi todas las técnicas actuales de implantes internos han demostrado ser buenas y también con todas siempre se presentan complicaciones. Cuando se aplican estos implantes, la estructura ósea (grado de osteoporosis) es un factor determinante para la falla de la fijación. Son cirugías a veces sangrantes, de largo tiempo operatorio y de monitoreo cardiológico intra operatorio.

Irwin Scott en 1946 de USA (3) al parecer, fue el primero que realizó una fijación externa en cadera (zona trocantérica). Hoy, en la literatura mundial encontramos muchos trabajos (4, 5, 6, 7). En 1984, con la experiencia acumulada en los tratamientos con “fijación externa”, y bajo el criterio de encontrar un recurso mas, “solo transitorio”, para pacientes “especiales”, considerados no aptos para la cirugía convencional, por ejemplo pacientes muy ancianos o para aquellos en muy mal estado general que no soportarían la cirugía tradicional, también para politraumatizados o para fracturas abiertas por arma de fuego (PAF), incluso para pacientes de tendencias religiosas que no aceptan transfusiones sanguíneas, nos propusimos hacer un trabajo prospectivo del manejo de estas fracturas pero sin abordaje quirúrgico, con anestesia local o peridural, suave sedación y corto tiempo de hospitalización.

Entre Junio de 1984 y Octubre de 1994 fueron operados 62 pacientes (Acta Ortopédica Latinoamericana, Vol. 17, No 5, Marzo, 1997). En ocho pacientes hubo necesidad de hacer cirugía y en los cincuenta y cuatro restantes se manejaron sin abordaje quirúrgico. Sus edades fluctuaron entre 13 y 94 años. Treinta y cinco mujeres y 27 hombres. Cuarenta y siete fracturas laterales (Clasificación Kyle-Gustilo, I: 11, II: 16, III: 13 y IV: 7) y quince mediales (Garden, II: 2, III: 10 y IV: 3). Siete pacientes muy ancianos (edad media: 86 años) fallecieron durante su evolución -por otras causas- entre 22 y 90 días post operatorios. Entre los primeros casos operados fueron dos ancianas de 84 y 86 años con fractura medial,  la intención fue inmovilizarlas “provisionalmente”, una, a los dos meses se le hizo una prótesis total con buena evolución, la otra paciente falleció a la tercera semana (Fig. 1 y 2).

Fig. 1. Primera paciente operada (Junio 1984). Fractura medial desplazada. Fue tratada al segundo día del accidente, sin abordaje quirúrgico. Compárese sus radiografías  pre y post. Control a la semana. Dos meses después se le colocó una prótesis total.

Fig. 2. Caso No. 7. Paciente de 86 años. Fue tratada al día siguiente del accidente. Post operatorio a las 24 horas. Falleció a la tercera semana  por insuficiencia cardiaca.

Un caso subcapital (varón de 40 años, accidente PAF, operado a foco abierto -con cirugía- a los 32 días del accidente) no consolidó. Cincuenta y tres fracturas consolidaron en una media de 6.85 meses. Nueve casos con el eje desviado en varo (entre 110 y 125 grados). Los casos de fracturas mediales correspondieron a pacientes entre adolescentes, jóvenes, y adultos menores de 60 años (edad media de 35 años). En general, las fracturas trocantéricas tomaron menos tiempo para consolidar (media de 5.8 m) (Fig. 3), y las mediales (Fig. 4) y las subtrocantéricas a múltiples trazos demoraron mas (8.6 y 8.3 m. respectivamente). Todos con buena movilidad de la rodilla. Casi siempre estuvo presente erosiones peri clavos a predominio de los proximales. Actualmente  (2009) tenemos más de 200 casos operados pero no hemos llevado el registro prospectivo individual.

Fig. 3. Caso No. 13. Anciana de 81 años. Radiografías pre y post operatoria y a los 36 meses del accidente.

Fig. 4 Caso No. 11. Varón de 20 años. Fractura medial. Tratado a los cinco días del accidente, sin abordaje quirúrgico. Obsérvese sus radiografías pre y post, incluso en proyección axial, y su control a los seis meses ya sin clavos.

Ahora, tras varios años de experiencia (24 años) observamos que más han sido las satisfacciones que los fracasos. Fig. 5.

 

Fig. 5. Caso 48. Anciana de 91 años. Fractura lateral. Tratada a la semana del accidente. Obsérvese las radiografías pre y post operatorias (intra y a los 90 días). Curiosamente, a los cinco meses, ya consolidada la fractura cuando estábamos por retirarle los clavos, se  volvió a caer complicando con fractura subcapital.

En ocasiones combinamos fijar con tornillos de esponjosa percutáneos en la porción proximal para evitar las erosiones peri clavos (Fig. 6 y 7). Hoy día sentimos que para toda clase de pacientes, ancianos debilitados, adultos normales, adolescentes o niños, la fijación externa para fracturas de cadera, es competente como alternativa a los tradicionales medios de osteosíntesis. Trabajando con “intensificador de imágenes” en mesa operatoria común, es cirugía rápida, sin sangrado. Con el sistema “descartable” es de muy bajo costo (Fig. 8). Es mínimamente invasivo, poca anestesia y al día siguiente pueden regresar a su domicilio.

Fig. 6. Caso tratado en el 2007 (no corresponde a la presente casuística prospectiva). Para evitar la erosión peri clavo proximal se colocaron dos tornillos percutáneos. Obsérvese la dirección de los clavos durante la operación. Sentada en su domicilio al día siguiente y radiografía final después del retiro del fijador externo.

 

Fig. 7. En algunos pacientes, particularmente en obesos y muy movidos, se observa erosión peri clavo, en cambio en los delgados tranquilos, la evolución es mejor.

Fig. 8. Es bastante tolerable el “fijador descartable”. Si se le indica al paciente los cuidados de limpieza, la evolución siempre es favorable.

No obstante, reconocemos que si el cirujano no tiene los conocimientos suficientes de los pasos de técnica operatoria, no dispone del instrumental necesario, no sabe del manejo post operatorio y de los probables riesgos, recomendamos no aplicarla.